CONOCE COMO FUNCIONA NUESTRO SISTEMA INMUNOLÓGICO ANTE ALGUNOS VIRUS.

CONOCE COMO FUNCIONA NUESTRO SISTEMA INMUNOLÓGICO ANTE ALGUNOS VIRUS.

¿Cómo funciona el sistema inmunológico en nuestro cuerpo?. Por Lorena Rodriguez Castillo

Debemos saber, que el sistema inmunológico es la defensa natural al cuerpo contra agentes patógenos que colonizan nuestro organismo. Por medio de una serie de pasos este se encarga de combatir y destruir organismos infecciosos antes de que causen daño o que lo sigan causando. El sistema inmune se compone de diversas células, sustancias químicas, órganos y tejidos que actúan sincrónicamente para cumplir con su objetivo.

El proceso inmunológico funciona así: cuando un agente infeccioso entra en nuestro cuerpo. Ya sea un virus, como la gripe, que entra por la nariz. O quizá una bacteria que entra por el torrente sanguíneo después de una herida. Nuestro sistema inmunológico esta alerta de detectar a estos antes de que causen daño por medio de la primera línea de defensa que es la inmunidad innata. A estos agentes que causan daño se le conoce como antígenos, y deben de ser eliminados.

Los componentes de la inmunidad innata son macrófagos, neutrófilos, células NK (natural killer). Estas células están vigilando en el torrente sanguíneo y en ciertos tejidos a la espera de un antígeno, y están encargadas de destruir. Un macrófago, por ejemplo, es el que se encarga de fagocitar el macrófago, captura al antígeno y enzimas en el interior de este se encargan de destruirlo en pedazos muy pequeños llamados péptidos antigénicos.

La inmunidad innata es un sistema rudimentario de defensa, sin embargo en algunos casos es suficiente para eliminar al agente invasor. Pero cuando no se logra eliminar al antígeno, debe actuar otro tipo de inmunidad, que es mucho mas especifica que la primera, a este lo conocemos como la inmunidad adaptada. Es aquí cuando otras células del sistema inmune se unen a la lucha que son los linfocitos T y B.

Pero antes de que otras células puedan empezar su trabajo, los péptidos antigénicos dentro del macrófago se unen a moléculas llamadas antigeno leucocitario humano o HLA. La molécula de HLA unida a al péptido, ahora complejo mayor de histocompatibilidad, es liberada del macrófago.

Células llamadas linfocitos de la clase T, pueden entonces reconocer e interactuar con el complejo mayor de histocompatibilidad que se encuentra en la superficie del macrófago.

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Una vez que dicho complejo es reconocido, los linfocitos T envían señales químicas llamadas citocinas. Estas citocinas atraen más linfocitos T. También alertan a otros linfocitos, de la clase B, para que produzcan anticuerpos.

Estos anticuerpos se liberan a la circulación sanguínea para encontrar y unirse a más antígenos, de tal forma que los invasores no se puedan multiplicar y no puedan seguir enfermando. En el último paso de este proceso, las células fagocíticas, ya sean macrófagos, células dendríticas, o linfocitos B se encargan de remover el antígeno del cuerpo por completo.

Cuando el proceso inmunológico termina, obtenemos lo que es una memoria inmunológica, que pertenece a la inmunidad de tipo adaptada. Al producirse un posterior contacto con ese mismo antígeno, las células de memoria  actúan. Éstas no necesitan activarse, puesto que ya lo están. Las células de memoria se dividen rápidamente, creando una gran población de células activadas, de las que, parte se transformarán en células atacantes, y otra parte, de nuevo en otras células de memoria.

La respuesta producida por las células de memoria es más rápida y más duradera. De esta forma, el antígeno será destruido con mayor rapidez y no se producirá la enfermedad. Este efecto es el que se persigue con las vacunas y sus dosis de recuerdo.

¿Fascinante no?

Estudiante Universitario
lorenarodriguez@correodelsur.hn

 

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